El gustaba de ciertas frutas del campo. No abundaban para él pero para saborearlas solia sentarse bajo alguna sombrita y despacio iba comiendo mientras sin saberlo iba endulzando sus sueños. El, algunos dias no podia sentir sabores, se le prohibian por razones de grande que él no entendia. Asi aprendio a encontrarle sabores a las palabras y fue asi descubriendo una propia logica, una propia busqueda proveniente de la fe y de los sueños enfrutados.
No me preguntes como pero los ojos abiertos en su nacimiento iluminaron lo oscuro y pudieron mirar mas alla de la pared del lugar donde nacio. El no se puede acordar, pero aquel dia miro mas alla de su casa, mas alla de las personas, mas alla del desierto, mas alla de la frontera, mas alla del hospital, mas alla de las puertas cerradas y supo que ese era su fin, seguir viajando con la vision, el corazon y los ojos bien abiertos.
Algun dia su mirada reposaria en un lugar calido y desde ahi se sentaria a observar el recorrido, ahi es cuando el se convertiria en sabio, maestro de otros visionarios como él.
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