Friday, January 20, 2006
Temo por mí desde que tengo esta intuición sobre presencias angelicales. A veces pienso que es la crisis de los treinta. Y tengo razones para temer menos pues tengo viva fe en que al menos uno de mis ángeles velará por mí incondicionalmente y para siempre hasta que yo también me muera sobre la tierra. He estado pensando que hay una línea muy fina entre ser ángel y estar loco. ¿Será que cuando empezó el encierro de locos también enjaularon a muchos ángeles de ahí en adelante? Algo así como una persecución política o campaña de sanidad que hizo que más de ellos se perdieran escondidos en la noche del mundo en vez de formar parte de su día en dónde solo se aceptan los que llaman normales. A mi ángel amado la encerraron tantas veces. La jaula iba mas allá del edificio de cemento, las alas iban siendo cortadas constantemente, el filo acechaba sobre las ideas, en los amores, dentro de la habitación. Pero sus alas siempre volvían a crecer tan bonitas. Ella me ha querido tanto, es mi ángel guardián y su partida me ha plantado una creencia sobre algo que a mi siempre me pareció un invento huachafo, racista y cucufato. De esto tiene mucha culpa la imagen claro está. Esas figuritas de ángeles rosaditos y rubiecitos que me parecían de lo más fantásticos. Y por más que mi ángel querido buscaba entre creencias indígenas y marrones, ángeles de todos colores y formas, yo confieso que nunca le hice mucho caso. Pero ahora creo creer que los ángeles si bien tienen una hermosura particular, vienen a estar mas enamorados de la humanidad que la humanidad de ellos pues se enamoran de los sufrimientos de este mundo y luchan por no dejarlo aunque su opción siempre esta entre el cielo y la tierra, mitad humano mundano, mitad ser celestial. Y el mundo siempre responde con ingratitud. Creo ver que hay ángeles con ataques rabiosos, otros sumamente bondadosos, otros abandonados a su sufrimiento, y este sufrimiento es, así como en los que los atrapó la locura, sumamente solitario, incapaz de ser compartido, pero en sus almas transparentes algo mágico se transmite hacia los demas en la tierra. Hay algunos que están mas acá que allá, otros mas allá que acá, pero pareciera que también hay algunos determinados a permanecer como humano en la tierra cueste lo que cueste. Como le dije a mi ángel morenita que recientemente se operó de las alas mamarias, algunos deciden operarse las alas para optar de una vez por el infierno delicioso del mundo. En este caso no se si se trata de un ángel caído ams bien es un ángel rebelde. Hay otro ángel por ahí que si es mas bien de los puros caídos pues su belleza y bondad le dejan el corazón a carne viva y sufre tan constantemente que no sabe que es ángel y no quiere ni saber nada y mas bien prefiere perderse para no sentir ni pensar a veces y siempre su ángel sigue vivo en el. Como dicen de algunas personas, ese tiene ángel pues y ya está. Y él tiene unos ojos de ángel irresistibles. Me dirán, ya, crees entonces que todos los que te gustan son ángeles y yo digo que no, no todos me gustan,ni todo el tiempo, pero no es eso, sino que yo misma creo ser mas bruja que nada y por eso también mi resistencia a aceptar la existencia angelical. Y otras personas que me rodean varían entre brujos específicos como del tipo tunche de la selva o del tipo norteamericano, otros son más animales que humanos, como el que más me acompaña y otros humanos de mentes enormes son mas mente que humano me atrevo a decir. Por eso vuelvo a conectar a la locura con lo angelical y no solo porque a mi ángel amada la trataron como loca, y seguro de no haber sido así se hubiese ido volando ya hace bastante tiempo, sino que comparten un alma que no puede con este mundo y que sin embargo ama y se lo quiere comer todito. Yo, como soy mas bruja que ángel,soy de naturaleza mucho menos lanzada, miro, leo, toco, porque me gusta tomar un poquito de cada especie para armar ataditos que sean regalos míos y de otros, brujerías juguetonas que no se muy bien como se hacen ni para que, pero no se preocupen que casi siempre también son solo para volar y querer.
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