guate mala

hay una barrera entre mi idea y tu mente. ni la traduccion ni la empatia pueden a veces vencer esta barrera. solo si pudieras escuchar a mi idea y no me vieras tan inentendible al punto de decir que no hablo ni tu lengua ni la mia. tu no hablas mi lengua, tu me vez como alguien que no habla. el que no habla no tiene que ser el que no piensa. poco a poco me lleno de rabia. tanto miedo que me implantas. ese miedo alimenta mi rabia cuando te veo tan condescendiente conmigo. tal vez mañana pueda salirme de este miedo y pueda entonces percibir mi propia idea tan opacada por tantas otras que se creen luminosas. me veras al menos, no podras evitarlo. desde hace miles de años sigue viva esta mirada ojerosa y este seño fruncido que hablan la rebeldia.