He decidido irme… y no quiero que creas que me voy por que te odio, o por que me has decepcionado, o por que crea que hay inmoralidad en lo acontecido. Me voy por que no importa cuanto trate siempre estarás esperando a tu sol, y no te lo reprocho. Porque yo solo traigo un charango chusco donde guardo una lunecita y todo mundo siempre anda buscando su sol. -pmalyan
Te digo me gustas para que sientas la esencia dulce del jazmín. No espero que aprecies la fragancia, Ni las florcitas blancas contrastándose en el verdor de sus hojas. Ni si quiera espero una respuesta. Con este aroma no pretendo, Simplemente: me gustas, suave y natural.
Río de caudal caprichoso y geografía curvada. Tu voz es piedra pulida en agua, así como piedras granito cuchillo.
Siempre rugiendo espuma o entonando riachuelos - hermoso caudal
El hombre, con todo su ingenio no a podido detener tu ser. Aunque cuentan las montanas, hubo aquel que te silbo su corazón abierto, y juntos prometieron disolverse en la tranquilidad de tu ser.
Que a pasado de esto? yo no se.- Tu sigues rugiendo fiel.
A todo esto, y perdona el atrevimiento, tan solo se que todo río desemboca en su mar.
3 comments:
He decidido irme… y no quiero que creas que me voy por que te odio, o por que me has decepcionado, o por que crea que hay inmoralidad en lo acontecido. Me voy por que no importa cuanto trate siempre estarás esperando a tu sol, y no te lo reprocho. Porque yo solo traigo un charango chusco donde guardo una lunecita y todo mundo siempre anda buscando su sol. -pmalyan
Te digo me gustas para que sientas la esencia dulce del jazmín.
No espero que aprecies la fragancia,
Ni las florcitas blancas contrastándose en el verdor de sus hojas.
Ni si quiera espero una respuesta.
Con este aroma no pretendo,
Simplemente: me gustas, suave y natural.
Río de caudal caprichoso y geografía curvada.
Tu voz es piedra pulida en agua,
así como piedras granito cuchillo.
Siempre rugiendo espuma o entonando riachuelos - hermoso caudal
El hombre, con todo su ingenio
no a podido detener tu ser.
Aunque cuentan las montanas,
hubo aquel que te silbo su corazón abierto,
y juntos prometieron disolverse en la tranquilidad de tu ser.
Que a pasado de esto? yo no se.- Tu sigues rugiendo fiel.
A todo esto, y perdona el atrevimiento,
tan solo se
que todo río desemboca en su mar.
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